lunes, 30 de abril de 2012

Julio

Bien se ve, que estoy atareadísima pensando en la fragilidad de la vida. No, no es relacionado a la inminente muerte que a todos ustedes les acecha., alégrense.

Era algo más hacia la sutileza de nuestro paso por el mundo, su mundo, con miles de millones más, el changuero ya está lleno.

Yo, estoy fuera de eso. A mí me han dejado un tiempo acá, castigada, y mejor ni pregunto por qué. De donde vengo no existen calendarios, obviamente ni días de la semana que dicten las actividades. Hoy descubrí que yo ya viví un día del mes de Julio del 2012, cuando ustedes apenas van en el 30 de Abril.

Lo dice mi agenda bien claro.

No sé en que día terrestre vivo, y lo disimulo tanto como puedo, en los rudimentarios gadgets, o en las elegantes y engimáticas agendas de bolsillo. Hoy me percaté de ese pequeño error, que podría delatarme. Echaría abajo años de humanización, mi tarea diaria, para que no me noten extraña. Me esfuerzo por lucir como ustedes para que mis ejercicios de abducción no se noten en el simple saludo mientras ustedes sonríen, inocentes.












Foto: ...Time... por ĐāżŦ {mostly absent}'s en Flickr. Usada bajo licencia Creative Commons, Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.0 Generic.

jueves, 26 de abril de 2012

Omnipresencia

Hace un par de días, caí en cuenta de algo. O mi película está con muy bajo presupuesto que ya no alcanza para más extras, o conozco a Dios, viviendo a unas cuantas calles de mi casa.

El caso es que hay un señor a quién eventualmente me lo encuentro por diversos sitios de la ciudad. He cambiado de rumbo, de trabajo. Siempre lo veo apurado, va hacia algun lado, algunas veces nuestras miradas coinciden, aunque aquí creo que quien lo vigila soy yo cada que lo encuentro. Y se va, caminando de prisa, siempre tiene pendientes por hacer.

También puede que sea el diablo. O que trabaje como agente secreto para el correo postal.

Ocurrencias

Invariablemente uno dice ¡Solo a mí se me ocurre!... ante la eminencia de una situación catastrófica. Pero, no. Se le ha ocurrido a otros también.



Yo me di a la tarea de abandonar el blog. Porque ya había muchos ojos ajenos y familiares, y mucha autocensura de mi parte. Me puse a jugar como enajenada Gardens of time, y ya me aburrió. Si de todos modos he de desgastar mis articulaciones que sea escribiendo y no recolectando cristales del tiempo.

Así que no lo tome como promesa, ni como amenaza, pero espero venir a encontrarle el nuevo modo de escribir a éste changarro, que ya con tantos cambios y límites en textos me siento descanchada.

Se han muerto muchos blogs, éste todavía tiene pulso, débil, pero todavía no he visto la luz... y fuerza.


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